Los Hípster, grupo de hombres que dicen representar una subcultura alternativa se dejan crecer el vello facial como símbolo de modernidad y virilidad.

Sin embargo, la madre naturaleza no regaló una barba tupida a todos y muchos barbilampiños prefieren pasar por el quirófano a seguir luciendo el rostro desnudo.

En Panamá, en los últimos años, se multiplicó el número de hombres que solicitan la restauración e implante de barba. Al principio empezó como un servicio para aquellos que querían ocultar cicatrices. Pero últimamente cada vez más hombres llegan por una mera cuestión de moda.

El trasplante capilar es el más popular entre la cirugía masculina en el mundo. la intervención dura unas siete horas, depende del tipo de pelo del paciente y de la densidad que desee.

El resultado dura toda la vida. El pelo trasplantado se comporta igual que el de la zona donde se extrajo el vello. Una vez extraído el pelo, se puede implantar en la zona de la barba. El pelo de la cabeza es más suave que el de la barba pero sólo se nota con un examen muy exhaustivo, a simple vista el resultado es perfecto.

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